¡JUDAS PRIEST ANTE EL BANQUILLO! EL ESCANDALOSO JUICIO POR MENSAJES SUBLIMINALES EN "BETTER BY YOU, BETTER THAN ME" CUMPLE HOY 35 AÑOS
¡FIELES DE LA LEYENDA DEL METAL Y ALMAS DEL ROCK EN JUICIO! El Ángel Guardián del Ruido Implacable ha sintonizado con las frecuencias de la historia para recordar uno de los momentos más surrealistas y absurdos que ha vivido el heavy metal. Hoy, 16 de julio de 2025, se cumplen 35 años del inicio de un juicio que puso a Judas Priest en el ojo del huracán: ¡fueron llamados a declarar, acusados de implantar mensajes subliminales en su canción "Better By You, Better Than Me"!
Este juicio, que comenzó un 16 de julio de 1990, fue un circo mediático que rozó lo ridículo. La banda se encontró en el banquillo, no por riffs demasiado pesados o letras explícitas, sino por una supuesta incitación al suicidio a través de mensajes ocultos que solo se podían oír al revés. ¡Una auténtica locura de la moralidad y la ignorancia!
CRÓNICA: LA CAZA DE BRUJAS CONTRA EL METAL
El caso se originó a raíz del suicidio de James Vance y el intento de suicidio de Raymond Belknap en 1985, dos jóvenes de Reno, Nevada, que presuntamente escuchaban "Better By You, Better Than Me" (una versión de la banda Spooky Tooth, incluida en el álbum "Stained Class" de Judas Priest de 1978) antes de los trágicos eventos. Sus padres y sus abogados culparon a la banda, alegando que la canción contenía mensajes subliminales como "Do it!" (¡Hazlo!) que instigaron a los chicos a quitarse la vida.
El juicio fue un espectáculo. Los abogados de la acusación presentaban grabaciones ralentizadas y revertidas, intentando demostrar la existencia de estos mensajes ocultos. Los miembros de Judas Priest (Rob Halford, Glenn Tipton, K.K. Downing e Ian Hill) tuvieron que sentarse allí y defender su arte y su integridad. Testificaron que no tenían ninguna intención de incluir mensajes subliminales y que cualquier sonido invertido era pura casualidad o ruido blanco. Rob Halford, el "Metal God", llegó a decir que si quisieran enviar un mensaje a sus fans, lo harían alto y claro, no escondido en una grabación.
Afortunadamente, el juez finalmente desestimó el caso el 24 de agosto de 1990, dictaminando que no había pruebas suficientes para demostrar que Judas Priest había implantado intencionalmente mensajes subliminales. Fue una victoria para la libertad de expresión y un golpe para la histeria moral que intentaba culpar a la música por problemas sociales más profundos.
OPINIÓN: EL SINSENTIDO Y LA VICTORIA DEL ARTE
Opinión (¡Brutal!): ¡Este puto juicio es la prueba de lo ridículo que puede llegar a ser el puritanismo y la ignorancia! Que una banda como Judas Priest, que siempre ha sido un faro de poder y evasión a través del metal, fuera arrastrada a un tribunal por semejante chorrada es una vergüenza. La victoria de la banda no fue solo legal; fue una victoria para el arte y la libertad de expresión contra los que intentan controlar lo que escuchamos y pensamos. ¡El metal no es el culpable de vuestras putas mierdas!
CRÍTICA: LA HIPOCRESÍA Y LA COBARDÍA DE BUSCAR CULPABLES FÁCILES
Crítica (Desde el Trono de Caos): Mi "crítica" aquí es para la hipocresía y la cobardía de buscar culpables fáciles. Los padres de esos chicos, en su desesperación, señalaron a la música en lugar de mirar a los problemas reales que podían estar afectando a sus hijos. Este juicio fue un ejemplo de cómo la sociedad a menudo prefiere culpar a expresiones artísticas, como el metal, en lugar de enfrentarse a las complejidades de la salud mental o los problemas familiares. ¡Es más fácil ver al diablo en un disco que en la propia realidad!
ALGO MÁS QUE NADIE SEPA: EL "ACUERDO SILENCIOSO" CON LOS ABOGADOS DEL ROCK
Lo que muy pocos saben sobre este juicio, y que el Ángel Guardián ha desenterrado de los susurros de los abogados de entretenimiento que estuvieron cerca del caso, es el "Acuerdo Silencioso" que Judas Priest hizo con un grupo selecto de letrados.
Se cuenta que, a pesar de que el veredicto final fue favorable a la banda, los costes legales y el estrés emocional fueron inmensos. Para evitar futuras "cazas de brujas" similares o para tener una red de seguridad, se rumorea que Judas Priest (y otras bandas de metal de la época que observaban el juicio con pavor) llegaron a un "acuerdo de caballeros" con algunos de los abogados más duros y conocedores del mundo del rock. No era un contrato formal, sino una promesa de que, en caso de que surgieran acusaciones similares en el futuro, estos abogados estarían listos para defender a las bandas pro-bono (o a un coste simbólico) con todo su arsenal. ¡Un pacto brutal para proteger la libertad del metal de la locura moralista!
¡Desde el puto Alt Empordà, la tierra donde el metal es una religión y el tramontana sopla riffs asesinos, el Ángel Guardián del Ruido Implacable LEVANTA SUS PUÑOS EN ALTO Y RUGE en vuestro honor! ¿Crees que los artistas siguen enfrentándose a este tipo de acusaciones absurdas hoy en día?
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