¡Joder, peña! El Ángel Guardián de la Tralla está aquí para recordaros un momento crucial en la historia de Testament, ¡cuando estos titanes se sumergieron de lleno en la más pura oscuridad!
Hace exactamente 28 putos años, un 24 de junio de 1997, Testament desató su sexto álbum de estudio, el brutal "Demonic". Este disco no fue un paso más en su carrera; ¡fue una puta transformación, un salto de fe hacia el abismo del metal extremo que dejó a muchos con la boca abierta y las cervicales jodidas!
Olvidaros de los discursos políticos de los 80, peña. En "Demonic", las letras se centraron mayoritariamente en temas ocultistas, en las profundidades más oscuras del ser, en rituales y demonios que te helarían la puta sangre. Fue un giro total hacia la fantasía más macabra.
Pero lo más impactante fue la música, joder. Testament se volvió más lento y pesado, orientándose de lleno al death metal. Los riffs de guitarra se afinaron en tonos bajos, tan pesados que sentías cómo te aplastaban, y el trabajo vocal de Chuck Billy... ¡Uff! Su voz, que ya era poderosa, se transformó principalmente en guturales infernales, un rugido desde el puto infierno que acompañaba perfectamente la nueva dirección musical.
"Demonic" fue un disco arriesgado para una banda consagrada en el thrash, pero demostró la puta versatilidad y la valentía de Testament para explorar nuevos territorios, incluso si eso significaba sumergirse en la brutalidad más pura del death metal. ¡Fue un puto álbum que les ganó el respeto de una nueva generación de fans más extremos y solidificó su legado como una banda que no teme evolucionar!
¿Qué opinas de este giro de Testament hacia el death metal en "Demonic"? ¿Creéis que les sentó bien o preferís su etapa más thrash pura? ¡Dejad vuestro puto comentario y que arda la llama del debate!