¡Joder, peña! ¡El Ángel Guardián de la Tralla viene a recordaros un puto cisma que sacudió los cimientos del metal progresivo y parió dos bestias diferentes!
Hace exactamente 12 putos años, un 24 de junio de 2013, la historia de Queensrÿche se partió en dos como un rayo. Aquel día, el mundo vio el lanzamiento del álbum "Queensrÿche", el primer disco homónimo de la banda, ¡y no fue un lanzamiento cualquiera, ni de coña!
Imagínense la escena: Michael Wilton, Eddie Jackson y Scott Rockenfield (la jodida espina dorsal de Queensrÿche) habían roto con el vocalista legendario, pero ahora, controvertido, Geoff Tate. Fue un divorcio brutal, de esos que dejan cicatrices. Mientras los "originales" sacaban este disco con el cantante Todd La Torre al frente, demostrando que la banda seguía viva y coleando con una nueva voz que recordaba a los clásicos, Tate no se quedó de brazos cruzados.
¡El muy cabrón montó su propia versión de Queensrÿche por su lado y también editó un disco! Era una puta guerra de nombres en el escenario, un caos legal y musical que dejó a los fans con la cabeza en el puto plato. ¿Quién era el "verdadero" Queensrÿche?
Pero la historia, peña, tiene un ganador claro. Como bien sabéis, en 2014, Geoff Tate perdería definitivamente los derechos del nombre de la banda. La justicia le dio la puta patada, dejando el camino libre para que el Queensrÿche de Wilton, Jackson y Rockenfield (y La Torre) siguiera adelante como el único y legítimo heredero del trono.
Ese álbum homónimo de 2013 no fue solo un disco; fue una puta declaración de guerra y el primer paso hacia una victoria. Demostró que, incluso después de las batallas más encarnizadas, el espíritu de una banda puede renacer y seguir rugiendo.
¿Qué lado de esta puta guerra seguías en aquel momento? ¿Creéis que la banda ha recuperado su brillo sin Geoff Tate? ¡Dejad vuestro puto comentario y que arda la llama del debate!
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