"Killing Is My Business...": La Patada en la Boca del Thrash
¡Atención, putos metalheads! Hoy vamos a hablar de una obra maestra, una descarga de furia que escupió Dave Mustaine al mundo en 1985: el debut de Megadeth, "Killing Is My Business... And Business Is Good!". Y sí, el nombre lo dice todo: ¡el negocio es matar, y les iba de puta madre!
Este disco no es solo un álbum; es una declaración de guerra. Mustaine, recién pateado de Metallica, no se fue a llorar a un rincón. ¡Se fue a forjar un puto tanque de guerra sonoro! El resultado es una máquina de thrash metal crudo, sucio y con una mala hostia que aún hoy te vuela la puta cabeza.
Olvídate de producciones pulcras y sonidos de estudio perfectos. "Killing..." es la antítesis de la delicadeza. Suena como si lo hubieran grabado en un garaje infernal, con la rabia de cada riff y cada golpe de doble bombo. Y esa es su puta grandeza. Es brutalmente rápido, con riffs que te cortan como cuchillas y un nivel técnico que ya dejaba claro que Megadeth no venía a jugar.
Temas como la homónima "Killing Is My Business", la icónica "Rattlehead" o la brutal "The Skull Beneath the Skin" son himnos de pura agresión. Las letras son un viaje por la venganza, la violencia y una buena dosis de sarcasmo venenoso marca de la casa. ¡Es un disco que te hace querer romper algo, y eso es exactamente lo que debe hacer el thrash!
En resumen: "Killing Is My Business..." no es para almas sensibles. Es para los que entienden que el metal puede ser un puto puñetazo en la cara. Es la prueba de que, a veces, la rabia más pura crea la música más devastadora. ¡Un clásico inmortal que sigue pateando culos desde 1985!
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