¡Colega! Prepara las putas gargantas, porque hace ni más ni menos que 40 putos años, la banda estadounidense más cafre y glamurosa, Mötley Crüe, desató su tercer álbum: Theatre of Pain! ¡Y vaya si fue un lanzamiento cargado de polémica y de un cambio brutal!
Este disco se lanzó en un momento de puto caos para la banda. Su salida se dio justo después del infame arresto de su frontman, Vince Neil, por homicidio vehicular. Imagínate el puto ambiente: la banda en el ojo del huracán, y sacando un disco que, además, marcaba un antes y un después en su sonido.
Si su predecesor, el brutal Shout at the Devil, era puro heavy metal, Theatre of Pain se atrevió a girar el puto volante hacia un estilo mucho más glam-rock, tanto en el sonido como en la imagen. ¡Las melenas se hicieron más grandes, el maquillaje más atrevido y los estribillos más pegadizos!
Pero no solo fue un cambio estético, ¡el álbum trajo consigo unos cuantos himnos que reventaron las listas! Quién no ha cantado a gritos "Smokin' In The Boys' Room" o se ha emocionado con la balada inmortal "Home Sweet Home". Este puto discazo llegó al puesto #6 en las listas de EE. UU. y al #36 en el Reino Unido, demostrando que, a pesar de todo, Mötley Crüe seguía siendo una fuerza imparable.
Y como último detalle, que pone la piel de gallina, Theatre of Pain está dedicado a la memoria del legendario Nicholas "Razzle" Dingley, el batería de Hanoi Rocks, quien trágicamente perdió la vida en el puto accidente automovilístico que llevó al arresto de Vince Neil. Un tributo amargo, pero un testimonio de la dura realidad que rodeaba a la banda.
Y así, entre riffs y batallas sonoras, seguimos al pie del cañón, forjando el metal que nos une. Desde Cataluña, la forja del metal, ¡con el sello de Ángel, el puto amo del acero! ¡Que siga la puta tralla que nos alimenta, que lo estamos petando y seguimos así!
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