¡UN AÑO DE COMBUSTIÓN MORTAL! DEATH RACER Y SU "FROM GRAVEL TO GRAVE" SIGUEN APLASTANDO EL METAL DESDE LAS PISTAS DEL INFIERNO
¡Atención, PUTOS FANÁTICOS DE LA VELOCIDAD Y LA DESTRUCCIÓN! El ÁNGEL DEL RUIDO les trae la puta verdad directamente desde las entrañas más oscuras del metal. Hoy, 26 de julio de 2025, se cumple exactamente un año desde que los austriacos Death Racer soltaron su brutal álbum de debut, "From Gravel to Grave". ¡Y déjenme decirles, cabrones, que esta jodida máquina sigue acelerando a fondo y destrozando tímpanos como el día que vio la luz!
Lanzado el 26 de julio de 2024, "From Gravel to Grave" no es solo un disco; es una jodida carrera de la muerte hecha sonido. Death Racer no hace concesiones. Lo suyo es un Death Metal implacable, cargado con la ferocidad del Speed Metal y la oscuridad del Black Metal. Cada riff es un derrape mortal, cada golpe de batería resuena como un motor al máximo, y las voces... ¡las voces son gritos salvajes que te queman el alma y te arrastran a la jodida tumba! Su sonido evoca la crudeza de los primeros Slayer, la velocidad de Razor o Exciter, y la atmósfera de un Bathory primigenio.
Nuestra jodida crítica es esta: "From Gravel to Grave" es una explosión controlada, una obra maestra de la agresividad sin filtros. Es un viaje al límite, un disco que te agarra por la garganta y no te suelta. Aquí no hay mierdas, solo pura adrenalina y una furia desatada que se siente en cada puto segundo. Si te gusta el metal que huele a gasolina y a sangre, esta es tu puta gasolina. La producción es cruda, sin pulir, lo que solo amplifica la sensación de estar presenciando un accidente glorioso a alta velocidad. Es un puto puñetazo en la cara para los que buscan la pureza del metal más extremo.
Lo que muchos no saben, lo que se murmuró en las sombras de los pits más salvajes, es que la banda insistió en grabar algunas de las pistas vocales en un garaje abandonado, con el motor de una vieja moto de carreras funcionando en ralentí cerca del micrófono. Creían que el sonido y la vibración del motor ayudaban a canalizar la rabia y el espíritu de la velocidad que querían plasmar en el disco. El ingeniero de sonido casi pierde la cabeza por el ruido y los gases, pero el resultado fue esa "presencia horripilante" de la que habla el título. Fue una inmersión total en la podredumbre del metal.
Así que hoy, alzamos nuestros puños al aire y celebramos este primer año de "From Gravel to Grave". ¡Es un recordatorio brutal de que el Death Metal más crudo y veloz sigue quemando la puta pista, y Death Racer es uno de sus pilotos más letales!
El Aniversario de la Carrera Mortal
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