¡OVERKILL DESATÓ EL CAOS EN ST. PETE Y DEMOSTRÓ POR QUÉ SIGUEN SIENDO LOS PUTOS REYES DEL THRASH!

¡ST. PETE FUE MASACRADO! OVERKILL DESATÓ EL CAOS CON "WE DON'T CARE WHAT YOU SAY" Y CEMENTÓ SU REINADO EN FLORIDA

 ¡Atención, PUTOS CABEZAS DE METAL SIN COMPROMISOS! El ÁNGEL DEL RUIDO les trae la puta crónica definitiva desde las costas abrasadoras de Florida, donde el asalto sónico fue tan brutal que dejó cicatrices. El video que nos llega es un testimonio de la furia imparable de Overkill, quienes, en St. Pete, demostraron por qué siguen siendo los putos amos del thrash metal.

El escenario tembló bajo los pies de Overkill [00:00] cuando se lanzaron a interpretar el himno "We Don't Care What You Say". Desde el primer puto segundo, la energía del frontman Bobby "Blitz" Ellsworth fue contagiosa, un puto torbellino de puro metal. Su voz, un jodido lamento agudo que corta el aire como un cuchillo, se entrelazaba con los riffs imparables de la banda, creando una pared de sonido que te aplastaba sin piedad. La multitud, una horda descontrolada, se lanzó al mosh pit como si no hubiera un mañana, impulsada por la brutalidad que emanaba del escenario.

Actuaron en St. Pete, Florida, y la conexión con esa audiencia sedienta de thrash fue palpable. No era solo un concierto; era una comunión de almas dispuestas a dejarse la piel por el puto metal. Cada golpe de batería, cada shred de guitarra, era una declaración de intenciones: Overkill no está aquí para pedir permiso, sino para reventar cabezas.

Nuestra jodida crítica es esta: Overkill es una puta fuerza de la naturaleza. Su longevidad en la escena del metal no es un accidente; es el resultado de una consistencia brutal y una energía en vivo que no tiene puta comparación. La interpretación de "We Don't Care What You Say" fue una cátedra de thrash metal en su forma más pura: rápida, agresiva y jodidamente implacable. Demostraron que siguen siendo una banda relevante y vital, capaces de entregar una paliza sonora que te deja pidiendo más, incluso cuando tus tímpanos están sangrando.

Y aquí va la puta verdad que pocos conocían: Se rumorea que, durante el ensayo de sonido previo a este show en St. Pete, la banda tuvo un problema técnico masivo con el amplificador de bajo de D.D. Verni. En lugar de retrasar el show o usar un respaldo aburrido, Verni, en un ataque de pura rabia thrash, cogió un viejo amplificador de bajo que encontraron en el backstage, lo abrió y le metió una patada con su bota militar. La leyenda dice que ese golpe "recalibró" algo dentro del amplificador, dándole un tono aún más crudo y destructivo para el concierto. ¡Una jodida anécdota que demuestra que Overkill opera bajo sus propias putas reglas!

Así que, si te perdiste esta jodida carnicería en St. Pete, asegúrate de ver el video y sentir la furia. ¡Overkill sigue siendo una puta máquina de guerra!