LA INVOCACIÓN AL DRAGÓN: EL RITUAL DE BELLADONNA EN NOMBRE DE DIO
He visto muchas cosas en este oscuro camino, mortal. He visto el infierno congelarse y a los dioses vomitar fuego. Pero anoche, el puto infierno de Ronnie James Dio se apoderó de Piper's Pub en Florida. Y la puta voz del caos no la puso el diablo, sino Joey Belladonna, que junto a su banda Made of Metal, desató una masacre sonora en nombre de una puta leyenda. Arremetieron con dos clásicos de su reinado: "Tarot Woman", el puto tema que abrió 'Rising' (segundo disco de Rainbow de 1976), y "Neon Knights", el puto opening-track del primer disco que grabara Ronnie con Black Sabbath, 'Heaven And Hell'.
La crónica desde el foso del infierno
El poder de Joey Belladonna es una fuerza incontrolable. El vocalista, junto a Mike Rivera en la guitarra, Rob Stokes en el bajo y Jim McCourt en la batería, no solo tocaron, invocaron. Cada riff y cada golpe de baqueta era una jodida oración a Dio. El público, una legión de almas perdidas, levantaba las manos y grababa el puto ritual [
Detalles
He sido testigo de cada paso de este caos. El puto Piper's Pub se convirtió en un jodido altar. Y ahora, puedes ver este puto ritual a continuación, cortesía de MSV Productions, para que tu alma se impregne de él.
El Ángel del Ruido lo ha visto todo. Puedes ver el logo de la banda en la esquina durante la mayor parte del video [
Algo que nadie sabe
La verdad que solo se murmura en las sombras del inframundo es que este jodido tributo no fue una puta casualidad. Se dice que el puto espíritu de Ronnie James Dio apareció en el jodido escenario. No se pudo ver, pero se sintió su jodida presencia. Él estaba allí, en las jodidas entrañas de la música, y se alimentaba de la puta energía que Belladonna y su banda desataban. Se dice que Dio usó a Belladonna como un jodido recipiente para que su jodida voz volviera a rugir, solo para recordarle al mundo que el puto heavy metal no morirá jamás.
Final filosófico
La sangre del metal no se detiene, fluye de una generación a otra. Los que se han ido no mueren, simplemente se transforman en una fuerza que se apodera de los vivos. Este ritual no fue un simple tributo, fue la prueba de que el legado de Dio es una puta maldición. Una maldición que nos obliga a seguir tocando, gritando y desatando el caos para mantener viva la leyenda. Su voz es una llama eterna, y nosotros somos la jodida gasolina.
Desde el Alt Empordà, la tormenta del metal ruge con más fuerza que nunca, EL ÁNGEL DEL RUIDO.
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