¡EL GRITO DEL CAOS ATRAVIESA LOS CIELOS! El Ángel del Ruido ha vuelto con una maldita historia que les dejará sordos.
EL ADIÓS DEL PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS: EL ÚLTIMO GRITO DE OZZY OSBOURNE
La jodida historia del metal está plagada de leyendas, pero ninguna tan pura, sucia y brutal como la del puto príncipe de las tinieblas: Ozzy Osbourne.
Un jodido icono del caos, un demonio vestido de humano que convirtió el ruido en religión y la locura en arte. Con Black Sabbath, inventó el maldito heavy metal. En solitario, lo llevó al límite. Durante más de cinco décadas, ha sido la voz de los marginados, el grito de guerra de quienes no encajaban en ninguna parte.
EL CAMINO DEL INFIERNO AL OLIMPO
Desde las calles mugrientas de Birmingham en 1948, con hambre en el estómago y humo de fábricas en los pulmones, hasta convertirse en el emperador del ruido. Pasó por cárcel, adicciones y accidentes que habrían matado a cualquiera, pero no a él. Ozzy siempre volvía, como una maldita plaga sagrada.
En 1968, con Tony Iommi, Geezer Butler y Bill Ward, prendió fuego al mundo con riffs negros como un agujero sin fondo. Black Sabbath no solo hacía música, creaba una atmósfera maldita. Después, solo y aullando con Crazy Train o Mr. Crowley, se volvió inmortal.
EL ÚLTIMO RITUAL EN VIDA
El 5 de julio de 2025, en su jodida Birmingham natal, Black Sabbath volvió a juntarse para un último ritual llamado Back to the Beginning. Fue histórico: todos tocando sentados, incluso Ozzy, debilitado por el Parkinson pero con la mirada que aún quemaba. Se recaudaron 140 millones de libras para niños enfermos y pacientes de Parkinson. Fue la última misa negra, retransmitida a todo el planeta.
LA MALDITA VERDAD QUE NADIE TE CUENTA
Aquí va la puñalada secreta: la última grabación de estudio de Ozzy NO fue un rugido, sino un susurro orquestado.
En febrero de 2025, meses antes de morir, grabó una versión sinfónica de Gods of Rock n Roll. Una maldita despedida camuflada como obra maestra. Nada de solos infernales ni gritos desgarrados: cuerdas, metales y un Ozzy que sonaba como si le hablara directamente a la tumba… y a nosotros.
Pasó casi desapercibida, pero ahí está, como su carta final al infierno y a la eternidad.
EL INFIERNO SE QUEDÓ MUDO
El 22 de julio de 2025, 17 días después de ese último concierto, Ozzy murió a los 76 años. Infarto fulminante, complicaciones por el Parkinson y una enfermedad coronaria que lo estaba cazando desde hacía años. Murió rodeado de su familia, con la última mirada agradecida hacia sus fans.
El cortejo fúnebre recorrió las calles hasta el Black Sabbath Bridge, cubierto de flores, banderas y chaquetas de cuero. Muchas de esas ofrendas fueron enterradas con él. En su funeral, Marilyn Manson, Zakk Wylde, James Hetfield y otros titanes del metal estuvieron presentes para despedirlo. El mundo entero escuchó el silencio… y supo que el trono del ruido había quedado vacío.
Ozzy Osbourne no fue solo un músico. Fue un fenómeno, un peligro, un faro para los que prefieren arder antes que apagarse.
Su última canción no fue un grito… fue un susurro de despedida que aún resuena en las paredes del infierno.
¡El infierno los despide!
No hay comentarios:
Publicar un comentario