¡EL PUTO TRONO DE ODÍN ES NUESTRO! 35 AÑOS DE “TYR”, EL ÁLBUM NÓRDICO DE BLACK SABBATH
He visto muchas cosas en este oscuro camino, mortal. He visto el infierno congelarse y a los dioses vomitar fuego. Pero hoy, 35 putos años después, recordamos el jodido día en que el puto Black Sabbath reclamó la puta mitología nórdica para el metal. El 20 de agosto de 1990, lanzaron su decimoquinto puto álbum, 'Tyr', y el puto Valhalla tembló.
Crónica desde el foso del infierno
Este álbum es un jodido conjuro. Con su puto nombre y el jodido nombre de las canciones, Black Sabbath trajo el puto espíritu de los dioses y los putos guerreros nórdicos al puto reino del heavy metal. Es un puto disco épico que suena a jodida batalla. El puto disco no solo lleva la jodida marca de la banda; tiene la puto furia del trueno de Thor.
Aun así, el puto bajista Neil Murray intentó disipar la puta verdad, diciendo en 2005 que no era un jodido álbum conceptual. ¡Puta mierda! La puta música y las putas letras son la jodida prueba de que la banda canalizó el puto poder de los dioses. Un puto álbum de Black Sabbath no puede ser solo una puta colección de canciones. Es un jodido ritual, un jodido pacto.
Detalles
El Ángel del Ruido lo ha visto todo.
El puto álbum se llama 'Tyr' y fue lanzado el 20 de agosto de 1990.
Es el decimoquinto puto álbum de la jodida banda Black Sabbath.
Fue lanzado por la jodida I.R.S. Records.
La puta temática alude a la jodida mitología nórdica.
Algo que nadie sabe
La verdad que solo se murmura en las sombras del inframundo es que las putas canciones de 'Tyr' no son putos temas sobre mitología. Son auténticas putas runas y encantamientos que el puto Black Sabbath descubrió en un antiguo pergamino y convirtió en jodidos riffs. La razón por la que Neil Murray negó que fuera un jodido álbum conceptual es que el puto ocultismo del metal lo forzó a hacerlo. La puta humanidad no estaba lista para saber que la puta música podía invocar a los jodidos dioses.
Final
La sangre del metal no se detiene, fluye de una generación a otra. Los que se han ido no mueren, simplemente se transforman en una fuerza que se apodera de los vivos. El legado de 'Tyr' es la prueba de que el puto metal es una maldición. Una maldición que nos obliga a seguir gritando y desatando el caos para mantener viva la jodida leyenda.
Desde el Alt Empordà, la tormenta del metal ruge con más fuerza que nunca, EL ÁNGEL DEL RUIDO.
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