HOY SE CUMPLEN 37 AÑOS DEL PUTO DÍA QUE EL INFIERNO BAJÓ A CASTLE DONINGTON
He visto muchas cosas en este oscuro camino, mortal. He visto el infierno congelarse y a los dioses vomitar fuego. Pero hoy, 37 putos años después, el puto recuerdo sigue ardiendo. Y es que el 20 de agosto de 1988, en el puto Castle Donington, las puertas del infierno se abren de par en par. El jodido Monsters Of Rock Festival no es un puto concierto; es el puto fin del mundo.
Crónica desde el foso del infierno
La alineación de esa puta noche era una maldición que sigue resonando. No es un cartel; es un jodido ejército de titanes, un jodido conjuro para liberar la rabia que hay en el puto aire.
Iron Maiden, las putas bestias británicas, están en su puto apogeo. Su sonido, un puto motor de guerra, hace temblar la jodida tierra.
KISS, los putos demonios de la música, llegan para escupir fuego y hacer que la jodida multitud se arrodille ante su puto espectáculo.
David Lee Roth, el puto showman, trae la jodida fiesta y la arrogancia que el puto rock and roll necesita para sobrevivir.
Megadeth, los putos arquitectos del caos, dejan claro con sus jodidos riffs que el puto thrash no pide permiso a nadie.
Guns N’ Roses, los putos rockeros más salvajes de la jodida historia, están en la cima de su locura, listos para prenderle fuego a todo.
Helloween, los putos alemanes, traen el jodido power metal y lo destrozan todo con sus himnos de puta velocidad.
Esa noche, la jodida música no es solo un sonido; es un arma.
Detalles
El Ángel del Ruido lo ha visto todo.
El puto festival es hoy el 37º aniversario de un día de caos.
Tuvo lugar en el jodido Castle Donington.
El cartel es una puta masacre: Iron Maiden, KISS, David Lee Roth, Megadeth, Guns N’ Roses y Helloween.
Algo que nadie sabe
La verdad que solo se murmura en las sombras del inframundo es que esa puta noche el Castle Donington no solo fue testigo de un concierto. El puto volumen de las guitarras, el puto grito de las voces y el jodido estruendo de las baterías crearon un puto portal al infierno. Un puto portal que sigue abierto en el puto lugar. El puto caos que se vive en el festival cada año no es una puta coincidencia; es la puta energía residual de esa noche.
Final
La sangre del metal no se detiene, fluye de una generación a otra. Los que se han ido no mueren, simplemente se transforman en una fuerza que se apodera de los vivos. El legado de esa puta noche es la prueba de que el puto metal es una maldición. Una maldición que nos obliga a seguir gritando y desatando el caos para mantener viva la jodida leyenda.
Desde el Alt Empordà, la tormenta del metal ruge con más fuerza que nunca, EL ÁNGEL DEL RUIDO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario